Las muelas del juicio es el nombre que popularmente reciben los terceros molares que se encuentran en la parte final de la boca.
Estos dientes suelen nacer entre la adolescencia y la edad adulta, entre los 16 y 25 años. La mayoría de las personas tienen los cuatro molares, dos arriba y dos abajo, aunque hay personas a las que nunca les llega a nacer o no le emergen todas.
El principal problema que existen con estas piezas es que normalmente no tienen espacio para crecer o desarrollarse, y cuando emergen suelen empujar y desplazar los demás dientes provocando un fuerte dolor en la boca, a este problema se le conoce como muelas del juicio retenidas.
Para saber si tienes muelas de juicio, solo tienes que situarte frente a un espejo, abrir la boca y observar si tienes el tercer molar. En caso de que no se vea a simple vista, puede ser que no le esté naciendo aún, en este caso, deberá acudir a una clínica dental para que le realicen una radiografía y así observar si tiene y en qué estado se encuentra.
Síntomas de las muelas del juicio.
No a todas las personas le salen estas muelas de igual manera, pueden no presentar ningún tipo de síntoma ni complicación.
Pero si las muelas del juicio quedan retenidas pueden infectarse, o por su mala posición dañar los dientes adyacentes o causar otros problemas, en esta situación si provocan síntomas en el paciente. Los principales síntomas que podemos padecer son:
- Hinchazón y enrojecimiento de las encías.
- Encías sensibles o sangrado.
- Dolor de mandíbula e hinchazón de toda la mandíbula.
- Mal aliento y sabor desagradable en la boca
- Dificultad para abrir la boca
Complicaciones que se pueden dar.
Las complicaciones que puede presentar las muelas del juicio retenidas son:
- Alterar la estructura de la boca: la muela retenida, al empujar, provoca que los demás dientes se desplacen y se apiñen. También pueden provocar daños en los segundos molares al ejercer presión sobre ellos.
- Quistes: en casos muy extremos las muelas del juicio pueden formar un quiste benigno que requiera su extracción, este caso es provocado por la acumulación de líquido en el saco que se forma alrededor de la muela dentro de la mandíbula.
- Caries: al encontrarse al final de la boca, los terceros molares, presentan mayor dificultad para ser cepillados y pueden provocar la aparición de caries.
- Encías: otra de las consecuencias que provoca el difícil acceso a estas muelas durante el cepillado es que se pueda desarrollar la denominada pericoronitis, una inflamación de los tejidos blandos de la encía, provocado por la mala posición de la muela.
Tratamientos para las muelas de juicio retenidas.
El tratamiento más recomendado en caso de padecer una muela de juicio retenida es la extracción de la pieza.
Se le realiza al paciente una radiografía previa para conocer en qué estado se presenta el molar y si puede afectar a los demás dientes.
Su extracción depende de la profundidad de la pieza, pueden ser extraídas como cualquier otra muela o puede presentar mayor complicación porque sea más difícil su extracción.
La intervención se realiza mediante anestesia local, una vez que ha hecho efecto, el cirujano procede a ampliar el alvéolo, así se denomina el lugar donde se ubica la muela, este procedimiento se realiza con un elevador. El siguiente paso consiste en mover la muela de un lado a otro hasta conseguir la muela pueda ser extraída con mayor facilidad. Por último, se procede a cerrar y suturar la cavidad.
En caso de que la muela estuviese profundamente impactada, se procede a hacer una incisión en la encía, partir la muela en varios trozos e ir extrayendo cada parte.
En clínica Molviedro tenemos amplia experiencia realizando este tipo de intervenciones en nuestros pacientes, si estás teniendo problemas con las muelas del juicio no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de este enlace.