Los cepillos de dientes eléctricos son productos de higiene bucales que funcionan con baterías y mantienen los dientes limpios y sanos. Son la base de nuestra limpieza bucal diaria, por lo que su buen mantenimiento es importantísimo para obtener un buen resultado.
Primero, hablemos un poco de ellos…
Funcionan realizando movimientos automáticos rápidos de las cerdas del cepillo, con el fin de limpiar los dientes. Esto se realiza mediante la rotación oscilatoria o por oscilación hacia atrás y adelante.
El cepillo eléctrico fue creado en 1954, pensado para pacientes con habilidades motoras limitadas y personas que usaban aparatos de ortodoncia. Hoy en día, es uno de los elementos que más usamos en nuestro día a día.
¿Qué beneficios aporta?
- Mejora la higiene entre los dientes.
- Reduce la placa y las inflamaciones de encías.
- Mejores resultados dentales.
Nuestro cepillo de dientes es nuestra herramienta para poder mantener unos dientes limpios y sanos, a la vez que garantizar un correcto cepillado. Podemos diferenciar dos partes en un cepillo eléctrico: cabezal y mango.
Para proporcionar una limpieza total del cabezal del cepillo es recomendable:
- Aclara el cabezal para eliminar los restos.
- Dejar el cabezal secar al aire libre.
- Guardar si se desea en un estuche o dejarlo en posición vertical.
- Para una desinfección total: mezclar medio vaso de agua, 2 cucharadas de vinagre y 1 de bicarbonato.
Para la limpieza del mango:
- Pasar un paño humedecido para eliminar restos de pasta de dientes.
- Cargar siempre una vez que la batería se haya agotado, para mantener la batería.
Los cepillos de dientes eléctricos con tecnología consiguen mejores resultados de limpieza y reducen la placa bacteriana a un 20% más que otros sistemas de limpieza bucal. Es recomendable cambiar el cabezal cada tres meses, si las cerdas están en mal estado cambiar antes de ese periodo.
¿Quieres saber más? ¡No dudes en contactar con nosotros! Estaremos encantados de ayudarte y aconsejarte en lo que necesites.